El olor nauseabundo, de aguas servidas, hiere el olfato del visitante en Trinidad. Sólo eso puede distraerlo del verde paisaje de la capital beniana. La ciudad de 110.000 habitantes, según proyecciones basadas en el Censo de 2012, carece de alcantarillado. A pocas calles de la plaza central, el problema es evidente, el que se acentúa por el clima cálido y húmedo que por lo demás bendice a estas tierras. El alcalde actual es el emenerrista Mario Suárez Hurtado, ingeniero civil para más señas, que en su propuesta electoral prometía "ampliar la cobertura del sistema de alcantarillado y tratamiento de desagüe". (Ver más en el Promesódromo edil de La Pública).