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Sábado, 05 Julio 2014 00:57

¿Es Santa Cruz una ciudad menos homofóbica?

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Me acerco a una deslumbrante figura y le pregunto de dónde es. “De Oruro, me vine a Santa Cruz para salir del clóset”, se ríe y acepta posar para una foto. “¿No te sentías cómoda en Oruro?”, insisto. “En Santa Cruz no hay tanta homofobia”, me dice. La respuesta me deja pensando; desde mi perspectiva de vida en los últimos siete años como ciudadana de esta populosa urbe, mi impresión es exactamente la contraria.

Rocío Recalde / Santa Cruz

Caminando entre plumas, lentejuelas y tacones altos, entre fotos y risas se escuchan acentos de otros lugares del país. Es el año 14 del “Desfile del orgullo gay” en Santa Cruz, aunque algunos miembros del colectivo LGBT no dudan en corregir y decir que es el “Desfile de la Diversidad afectivo-sexual”.  

Me acerco a una deslumbrante figura y le pregunto de dónde es. “De Oruro, me vine a Santa Cruz para salir del clóset”, se ríe y acepta posar para una foto. “¿No te sentías cómoda en Oruro?”, insisto. “En Santa Cruz no hay tanta homofobia”, me dice. La respuesta me deja pensando; desde mi perspectiva de vida en los últimos siete años como ciudadana de esta populosa urbe, mi impresión es exactamente la contraria. ¿Es Santa Cruz una ciudad menos homofóbica?.

¿Papeles cantan?

Existen leyes, decretos y reglamentos enmarcados en políticas públicas del Estado  Plurinacional, como la Ley 045 contra el racismo y toda forma de discriminación y su reglamento establecido en el decreto supremo N° 0762. Está el artículo 14 de la Constitución Política del Estado y también el Código Penal que en el capítulo V artículo 281 dice garantizar los derechos de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales para que vivan libres de discriminación. A ello, en Santa Cruz de la Sierra se suma la Ordenanza Municipal 121/2011, cuyo objeto es adoptar una política municipal de “Prevención contra el racismo y toda forma de discriminación entre sus competencias”.

Papeles cantan, se dice; pero no parece que así sea, como ha develado el diputado Rojas al referirse a los homosexuales como “enfermos mentales”. La Comunidad LGBT presentó una denuncia por discriminación contra el asambleísta ante la Comisión de Lucha contra el Racismo y Discriminación y en la Comisión de Ética de la Asamblea Plurinacional. respaldada por expresiones múltiples de indignación, muchas de ellas en las redes sociales. Acompañando dicha denuncia se suman la del colectivo Mujeres Creando y más recientemente la del  Gobierno, que a través del Viceministerio de Descolonización, presentó la denuncia formal de discriminación contra el diputado  Roberto Rojas, del MAS.

Sin duda, esas acciones no hubieran alcanzado los titulares de los principales matutinos del país años atrás, lo que hace pensar que es cierto, que se avanza en la toma de conciencia y visibilización de las poblaciones LGTB del país. Pero, claramente hay mucho por hacer todavía. Según el Informe anual sobre Derechos Humanos de personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y transgénero en Bolivia del año 2013, el 89% de los entrevistados del colectivo afirma que NO confía en las instituciones públicas al momento de denunciar una vulneración de sus derechos humanos. El 93% de esa población cree que es discriminada en la administración de Justicia, mientras que el 50% de ellos afirma haber sido maltratada (o) física o verbalmente por la policía.

A esta realidad hay que sumar la existencia de otras normativas que no concuerdan con las líneas antidiscriminación gubernamentales. Tal es el caso del Decreto Supremo 245471, que prohíbe la donación de sangre de personas homosexuales y bisexuales por considerárselas  “promiscuas”, o la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia“, de la que la población transfemenina ha quedado totalmente excluida por una falta de otra ley de identidad de género que permita el cambio de nombre y dato del sexo de la población trans”, según afirma Christian Daniel Egüez, periodista ciudadano y activista. “Un claro ejemplo de temas sin resolver es el caso de Yara Téllez, que hasta la fecha no ha podido conseguir que se le otorgue el carnet de identidad del Estado Plurinacional, con el nombre y sexo con los que ella se identifica”.

Santa Cruz y la homofobia

 imageMujeres Trans, parte del colectivo LGBT que desfiló en Santa Cruz, el 28 de Junio de 2014

Casos dramáticos de homofobia hay muchos. Uno de ellos es el de una joven  lesbiana de 20 años, que el pasado mes se suicidó en la casa de una amiga, tras  dejar notas a sus familiares, los que la habían rechazado en vida y la negaron  una vez muerta, al grado de no aceptar velarla en su domiciilio. La Fundación Igualdad, en un acto de compromiso con ella y la población GLBT, realizó el velatorio en el patio de la Fundación.

Que ese caso no es marginal, sino que responde a una sociedad cuyos valores  todavía son de condena  respecto de la diversidad sexual, lo demuestra la forma en que la Policía actuó para desalojar por la fuerza a activistas de Mujeres Creando las que protagonizaron una pasarela y se desnudaron frente a la Catedral de Santa Cruz, donde sin problema y con la bendición social suelen realizarse desfiles de modelos.

Como ésas, existen varias actitudes y experiencias que dan cuenta de la realidad cruceña en cuanto a la discriminación, como ha descrito en la nota El colectivo LGBT quiere dejar de ser invisible para el Estado”del periodista Pablo Ortiz, publicada en El Deber:

“Cuando llegó a Santa Cruz de la Sierra, Dayanna descubrió que la vida de un travesti era también dura en la gran ciudad. Descubrió que los policías arrestaban a las travestis para violarlos, que los jóvenes ‘heterosexuales’ las raptaban, abusaban y golpeaban como diversión y que denunciar no servía de nada, porque los policías no investigaban a los policías y porque siempre era imposible encontrar a los muchachos abusadores por más que sean conocidos y del mismo barrio”.

En contraposición, vale decir que Santa Cruz es la primera ciudad de Bolivia donde se llevó a cabo el desfile que ahora se realiza cada 28 de junio en distintos lugares del país. “El año 2000 fue la primera manifestación de visibilidad y reivindicación de los Derechos Humanos de una parte de la población GLBT”, explica Alex Bernabé,  director de la Fundación Igualdad GLBT cruceña.  “La marcha tiene dos componentes importantes, unos de ellos es la exigencia de derechos y la otra está enfocada en mostrar diferentes producciones y atuendos para interpelar la construcción dicotómica del sexo y los roles de género en la sociedad”.

Albanela Chávez Turello, psicóloga y activista feminista, comenta la reciente participación de las mujeres lesbianas y bisexuales como bloque independiente. “En la marcha del año 2008 estuvieron tres mujeres, que solas empezaron a dar otro matiz al evento, ellas no lo vieron como un desfile sino como una marcha de protesta, de reivindicación y de visibilización. Desde entonces, su presencia en la marcha viene a significar una demanda unificada y una labor constante y permanente de visibilización y politización de los temas particulares que les afectan”.

Pero, ¿es Santa Cruz una ciudad menos homofóbica? El periodista ciudadano Christian Daniel Egüez considera que, comparando con otros lugares de Bolivia, parece ser que para muchos  “ser” es más fácil aquí. “Pero eso no quiere decir que esta ciudad esté libre de la homofobia. Lo que sí es cierto, es que los grupos organizados de LGBT en Santa Cruz están bastante activos en sus causas”.

Volviendo a las cifras, la Encuesta Nacional 2010 sobre la “Situación de las poblaciones TLGB en Bolivia” apoyada por Fondo Emancipación (se adjunta documento http://es.scribd.com/doc/232657146/EncuestaNacional2010-pdf), arroja datos importante para cerrar el análisis. Dicho estudio da cuenta del Índice de homofobia percibida en las ciudades (IHPC). “Se define como el grado de percepción de las poblaciones TLGB sobre la actitud de la gente hacia las personas TLGB en las ciudades donde viven”, el indicador se midió en una escala de 1 a 5 donde los rangos van desde:  

  1. Muy homofóbica.
  2. Poco homofóbica
  3. Homofóbica
  4. Indiferente
  5. Nada homofóbica

Los resultados por ciudad fueron:

Índice de homofobia percibida en las ciudades (IHPC)

Ciudad                           LPZ    CBBA     SCZ     OR     TJA     SCR     TRN     PTS     COB     BOL

Índice de homofobia     2,4        2,5          2,4      2,7       3,0       2,8        2,9        2,9       3,0       2,6

Fuente: ENCVDD TLGB, abril de 2011.

Ante estas cifras, el mismo estudio concluye: “la población boliviana tiene actitudes intermedias entre la homofobia y la indiferencia hacia las personas TLGB. Las ciudades más grandes, como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, son percibidas como las más homofóbicas”.

Según los datos, pareciera que no hay diferencia significativa (p = 0,002) entre el grado de homofobia de las ciudades más grandes de Bolivia. También se ha encontrado que no existe diferencia significativa entre las percepciones de homofobia en la ciudades de Tarija, Sucre, Potosí,Cobija y Trinidad.

La palabra final, está en la calle, en la escuela, en la casa, en la iglesia.

Visto 7417 veces Modificado por última vez en Viernes, 25 Julio 2014 19:45
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