Un eslabón entusiasta, a decir de Tatiana Monje, jefa de Marketing, que resume el hecho con un “nos fue espectacular; la gente nos recibió con los brazos abiertos”. Tanto así, que en un país que ha ido perdiendo la costumbre de ir al cine masivamente, “ha habido días en que las entradas se han agotado”.
Area PREMIER
La cartelera, por si acaso, no es distinta de la que ofrecen otras multisalas de cine, incluido el Cine Center, cuyo trono de exclusividad ha debido ceder. Pero es evidente que la gente quiere ver qué se siente estar en alguna de las 13 salas de Cinemark":
- 4 salas VIP (Very Important Person) o Premier (60 butacas cada una), un ambiente que vende exclusividad, con sala de espera donde se sirve aperitivos y picadas del restaurante GOSS y baños sólo para esta área. Dentro de las salas, se puede seguir comiendo, pues hay mozos para brindar atención. Quienes eligen esta opción deben renunciar a las promociones de 2x1.
- 8 salas normales (desde 120 a 390 butacas). A cambio de la normalidad, se goza de las promociones 2x1 de los miércoles.
- 1 XD (461 butacas) para disfrutar del cine en condiciones superlativas. La pantalla es la más grande de Latinoamérica (23x13 metros, algo así como un edificio de casi cuatro pisos de alto). El sonido sale de 14 amplificadores y la imagen es ideal para el 3D.
Cinemark tiene planeado llegar a otras ciudades de Bolivia. La piratería, que ha alejado a los espectadores de las salas, no parece preocupar demasiado a sus impulsores, pues el crecimiento económico en el país, es decir la disponibilidad de dinero en muchas más personas que se suman a la clase media, parece ser una garantía. Algo que, al menos en Santa Cruz, da la razón a este tipo de franquicias.