Paola Isabel Murillo, K’onichi*
¿Qué es el yo? ¿Un poema de Girondo? ¿Una identidad en un tiempo y en un espacio? ¿La definición de una individualidad? ¿De quién, en dónde, cuándo? De pronto, negación a toda posibilidad de identidad. Corporalidad o fragmentación, lucidez o locura, añoranza aletargada o realidad precipitada; en resumidas cuentas sólo in-definición, in-certidumbre… péndulo entre lo irresoluto, extraño, pero por lo mismo rotundo y contundente. Ésa sería la apuesta y la interpelación de “No yo” de Carne de Cañón, grupo cochabambino, y digo sería porque, tanto el texto —de Beckett— como la tan sugerente puesta en escena —una mujer iluminada sólo con una tenue luz de linterna—invitarían a esa migración de sentidos; sin embargo tal no sucede.
En medio de la oscuridad, una mujer (Mariana Bredow) caminando a rastras, su pelo humedecido, al parecer perdida, comienza su monólogo a la luz de una lejana linterna. Su discurso entrecortado (fragmentario), propio del texto original —el tratar de encontrar algún sentido en el sin-sentido—, deja al espectador sin asidero posible, ya que la monotonía tonal del personaje cataliza la redundancia y la linealidad del monólogo, y frases tan poéticas como “pedacito de nada”, disipan su tacto, su olor, su sensación, su existencia…
La apuesta del director (Luis Bredow Sierra) de no mostrar la fragmentación (boca), sino la corporalidad entera de la mujer, tampoco aporta al conjunto de la puesta. Menos si se toma en cuenta que sólo las manos (estáticas y entrecruzadas en toda la obra) eran las resplandecidas, y que distanciadamente el rostro —con todo lo que hubiera aportado el poder “ver” sus expresiones— podía entreverse, a intervalos, con opacas luminiscencias. A la par, la economía de imágenes y de movimiento —mujer caminando, detenida, y mirando su opaca sombra— no consienten que lo contado también “suceda” en nuestra piel, en nuestra boca, en nuestro cuerpo, en nuestros recuerdos, en nuestro “yo”.
Pero en medio de la oscuridad queda la provocación de lo dicho, la impresión de lo dibujado, con las cuestionantes a nuestra propia identidad y lo que podría encarnar esa negación del todo o de la segmentación de ese todo, así que salgo de la sala con más preguntas que respuestas, lo que siempre es bueno.
Ficha técnica
Boca: Mariana Bredow
Auditor: Andrés Escóbar
Dirección: Luis Bredow Sierra
Vestuario, diseño y producción: Carne de Cañón
Fitaz 2016