Que estos bestias aduaneros (de la paradojal cuna del esencial Vermeer y del no menos trascendental Van Gogh) hayan quemado dos cuadros hechos con coca, asociando el material artístico a la droga, a la cocaína, y a toda la parafernalia hipócrita y esquizoide vinculada a ella, creo que convierte el hecho de la destrucción inmoral de arte, también en una agresión a la cultura ancestral de los pueblos originarios de los Andes. La coca es una planta maestra ligada de manera indisoluble a saberes y tradiciones de dos países, especialmente uno, Bolivia, de donde, no casualmente, es oriundo el artista Ugalde.
En los últimos meses se ha avanzado en involucrar las acciones y demandas al Estado boliviano, una tarea asumida desde la voluntad política del Gobierno a través del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, continuada por el Viceministerio de Derechos Fundamentales, ambos despachos del Ministerio de Justicia. Acompaña la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia como una muestra de mayor profundización social y política en la trinchera de la izquierda boliviana.
El ABC de los obispos debería ser: A=absténganse de inmiscuirse desde la religión en las políticas públicas del país; B=busquen respetar los derechos humanos; y C=condenen la violencia hacia las mujeres, no a las mujeres.