Jueves, 11 Junio 2015 14:40

Hay justicia para Renee, una de cientos de víctimas de violación en Bolivia

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Un año y siete meses, audiencias pospuestas una y otra vez y nueve horas de juicio han tenido que pasar para que Renee Gurley llame violadores a José Enrique Montenegro Coro (20), Luis Flores Alpire (25) y Carlos Flores Cámara (18) sin anteponer la palabra “presuntos”. La jornada del 9 de junio fue larga y tensa pero terminó con una sentencia favorable. Renee espera que su caso sea un precedente para que otras víctimas logren también justicia.

 

Gemma Candela / Vallegrande

Renee Gurley, su abogado Erick Javier Viruez y algunas ciudadanas que se han agrupado para apoyar a la profesora de inglés, de nacionalidad estadounidense y residente en Santa Cruz, partieron de la capital rumbo a Vallegrande el lunes 8 de junio por la tarde, después de dar declaraciones a algunos medios de comunicación. Varias horas después, ya de noche, el auto en el que iba el doctor Viruez llegó a la tranca de la carretera a la altura de Samaipata, el pueblo en el que Renee fue víctima de violación en noviembre de 2013. La funcionaria fijó su vista en él y le dijo: “Yo sé quién es usted”. Se negó a levantar la barra sobre la carretera y dejar pasar el coche. “Ella es familiar de los Flores”, dijo el jurista y expresó así la larga lucha que se tuvo que librar, al grado de que no fue posible juzgar a los violadores en su pueblo y se terminó haciéndolo en Vallegrande.

Los periodistas de distintos medios cruceños fueron llegando a lo largo de la noche. Algunos viajaron en coches de sus medios, otros compartieron un micro.

Los tres culpables, a la derecha de la imagen.

 

Los tres acusados, a la derecha de la imagen, y sus abogados, sobre el estrado.

Unos minutos antes de las ocho de la mañana del 9 de junio, hora en la que estaba previsto que se retomara la audiencia oral del juicio de Renee Gurley, la sala de audiencias del juzgado de Vallegrande estaba llena, más, incluso, que en la anterior sesión del proceso. En aquella ocasión, muchos periodistas de los grandes medios de Santa Cruz asistieron como no lo habían hecho antes para atestiguar el manejo del caso que en la redes sociales digitales hace tiempo que articulaba reacciones y apoyo. También llegaron los familiares de los tres acusados.

En anteriores audiencias, como la del 28 de mayo, unas pocas sillas de la sala fueron ocupadas y un par de policías escoltaron a los tres jóvenes samaipateños: José Enrique Montenegro Coro (20 años), Luis Flores Alpire (25) y Carlos Flores Cámara (18). El día 3, luego de gran movida previa en redes digitales, el lugar se llenó: los familiares de los Flores y de Montenegro ocuparon los asientos del lado izquierdo de la habitación, frente al estrado, y las mujeres del grupo de apoyo, periodistas y algunos curiosos, el derecho, junto a las ventanas. Ocho uniformados trajeron a los tres hombres y se quedaron ante la puerta, vigilantes. 

 

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 La sala de audiencias de los juzgados de Vallegrande estuvo llena durante toda la última audiencia.

Esto mismo se produco el día 9, sólo que, en esta ocasión decisiva, se sumó a los dos abogados defensores --la de oficio, Silvia Flores, y Julio César Canaza--, Samuel Durán, quien había aparecido junto con los padres de Montenegro en la revista matinal de Unitel, el día anterior. Acababan de contratarlo para defender a su hijo.

Los testigos

La mañana comenzó con el testimonio de un testigo de Flores Cámara, Ernesto Melgar Sanguino, residente en Samaipata, donde trabaja como profesor. El joven fue su alumno, uno de los mejores, aseguró. Y relató, respondiendo a las preguntas de la defensa que, a las tres de la mañana del 23 de noviembre de 2013, él iba por las calles del pueblo valluno en su auto. Venía de una cena con unos colegas, a dos de los cuales acababa de dejar en sus respectivas viviendas, y vio a su exalumno por el surtidor (sobre la carretera que va de Santa Cruz a Mairana), con unos amigos. Lo recogió y lo acercó a su casa. 

El fiscal Kadir Alvarado le preguntó el nombre de las personas que había llevado en su auto: “No recuerdo”. Tampoco se acordaba de los nombres de las demás personas (colegas de profesión) con las que había estado cenando. Y desconocía el nombre de la calle donde está la casa de Flores. 

Las preguntas del fiscal fueron interrumpidas constantemente por los abogados de los jóvenes, que objetaron que las cuestiones eran sobre la vida privada del testigo o que no venían al caso.

El segundo testimonio fue el de otra profesora, Mary Lucy Fernández Ceballos, que vive a tres casas de la de los Flores. Alegó que en 2013, Flores Alpire residía en Santa Cruz. El 22 de noviembre ella habría ido a entregar invitaciones del cumpleaños de su hija a casa de los Flores. Así supo, dijo a la abogada Silvia Flores que el acusado no se encontraba en el pueblo ese fin de semana. Cuando el fiscal le consultó si tenía la certeza de que el joven se había ido a Santa Cruz, respondió: “No lo vi cuando fui a dejar las invitaciones”.

 

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 La segunda testigo en favor de uno de los acusados fue una profesora de Samaipata.

Tras el testimonio de la profesora, los letrados defensores indicaron que el resto de testigos no habían acudido, aunque se les había notificado, y solicitaron que se aplazara el juicio como otras veces. Sin embargo, Alvarado presentó un documento que demostraba que la notificación se había hecho a las ocho de la noche del día anterior, y que las diligencias no se habían realizado correctamente. Así que el Tribunal resolvió dar continuidad al proceso. Repentinamente, la defensa llamó a dos testigos más, ambos de descargo de Montenegro.

El primero, Raúl Álvaro Hurtado, fue consultado por el boliche samaipateño La Boheme, sobre el que contó, respondiendo a las preguntas de la defensa, que allí se venden bebidas alcohólicas y que es frecuentado por extranjeros. También le preguntaron, como hicieron con los dos anteriores testigos, sobre la iluminación de la zona de la iglesia Maranatha, donde Renee denunció que la violaron, y si hay casas cerca de este lugar.

Al siguiente testigo, Rember Hurtado Padilla, funcionario público de la Alcaldía samaipateña, en la que fue compañero de trabajo de Miguel Montenegro (padre de José Enrique) entre 2012 y 2013 (dejaron de ser trabajar juntos porque Montenegro pasó a hacerse cargo de la empresa municipal de recojo de basura), le hicieron preguntas similares. Tras escuchar el relato de estas dos personas, el abogado Samuel Durán trató de aplazar la audiencia porque, alegó, no conocía bien el caso y su cliente podría sufrir indefensión. “Si usted asumió el caso, tendría que haberlo estudiado, por profesionalismo”, le respondió el presidente del Tribunal, Apolinar Flores. “En todo momento ha estado con abogado defensor”, señaló uno de los jueces técnicos, Hugo Fernández Peñaranda.

 

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 La gente que acompañaba a Renee estuvo informando del avance del juicio a través de los celulares.

Ya eran más de las 11 de la mañana. Las mujeres que habían viajado con Renee no cesaban de informar sobre el avance del juicio a través de los celulares; los camarógrafos, igual que los policías, se mantenían de pie; algunos familiares de los acusados entraban y salían de la sala de vez en cuando; la madre de Montenegro no perdía detalle del juicio. El silencio inundaba la sala. El único enchufe disponible, en un rincón, era lo más cotizado para todos los periodistas.

 

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Miguel Aguirre (al fondo) tradujo toda la audiencia a Renee. Al lado de ésta, su abogado y, en primer plano, los fiscales.

Las pruebas

Comenzó entonces la etapa de conclusiones. El fiscal relató de nuevo las pruebas con la que contaba Renee: el documento de Tigo con las dos transferencias de crédito, de Bs 20 cada una, hechas desde el celular (que le fue robado a la víctima luego del ataque) al de José Enrique Montenegro a las 4.18 y 4.19 de la mañana del 23 de noviembre; los objetos personales de la mujer recogidos por un policía de Samaipata de la casa de Montenegro, y entregados por la esposa de éste; el informe de lesiones, que provocó más de una expresión de dolor entre algunas de las asistentes del lado derecho de la habitación (impasibilidad general en el izquierdo y algunas sonrisas en los rostros de la madre del principal acusado y de la profesora que acudió como testigo). Se desmontó así y restó credibilidad a lo dicho por los testigos y se concluyó: “El Ministerio Público, al concluir este proceso, tiene la plena certeza de  afirmar (…) que los acusados (…) son autores del delito de violación agravada (…), robo agravado y lesiones. Solicita se les declare culpables”. Y pidió 25 años de cárcel. Esta petición apenas generó reacciones de molestia en las caras del lado izquierdo de la sala.

“Es importante sentar precedente”, dijo al Tribunal la fiscal Heidi Ugarteche, “para que no se tenga a la mujer como un objeto que se puede usar y luego botar”.

La respuesta

Llegó el turno de los abogados de la defensa. Canaza cuestionó la veracidad de la denuncia de Renee: “¿Por qué no fue en seguida o a primera hora del día siguiente a poner la denuncia?”. La profesora de inglés, al contar su historia a través de Facebook, relató que, tras lograr escapar de sus violadores, llegó a la casa donde estaba viviendo: “Me desplomo en el sillón y duermo por un par de horas. Lo primero que pienso al despertar a la mañana siguiente es, “lo único que quiero es que sea un día normal”. Y me levanto como tal... sin embargo, el trauma que ha sufrido mi cuerpo me vence y mi cuerpo se sacude al suelo... no me puedo mover; lloro y lloro y así es como empiezo el primer día de una semana muy larga. Luego, más de 6 de mis amigos están en la casa... haciendo preguntas, cuidando de mí, dándome de comer. Unos amigos van a la policía para averiguar qué hacer; otros van a hablar con cualquiera que tuviese hijos adolescentes; algunos simplemente se sientan conmigo y me brindan la fuerza que voy a necesitar para el resto de la semana. Pronto, los amigos que han ido a la policía regresan a la casa avisando que tenemos que ir al hospital antes de hacer una denuncia (sic)”.

Canaza puso en duda también que el hecho hubiera sido una violación: “Ella tenía vida sexual activa, de ahí las lesiones” que aparecen en el informe médico (aunque, en varios momentos del proceso, los abogados han esgrimido como verdadero el primer certificado --no forense-- que se hizo Renee, en el que no se consignan las lesiones vaginales, y desechado el examen posterior, en el que se detallan los daños internos que sufrió). Dijo, además, que no se podía certificar que el teléfono celular hubiera estado en posesión de la víctima. “¿Por qué no gritó Renee? ¿Por qué sus amigos no fueron a pedir ayuda a los vecinos para encontrar a los violadores?”, fueron preguntas lanzadas por el jurista que levantaron algunos comentarios despectivos entre las personas del lado derecho de la habitación. “No se puede mandar a Palmasola a una persona de 18 años que tiene toda una vida por delante”, sentenció. Y pidió la absolución para su defendido.

“¿Cómo pudo ubicarlos en Facebook (a los acusados) si en Facebook hay muchos usuarios y ella, al ser norteamericana, tiene que tener amigos norteamericanos y no de Samaipata?”, preguntó la abogada Silvia Flores al Tribunal. Consideró que, de haberse tratado de una agresión sexual, la víctima habría presentado heridas en las piernas. Según ella, no tenía lesiones porque no cerró sus piernas, consintiendo el acto sexual.

Ya era el mediodía y el juez Apolinar Flores solicitó un cuarto intermedio. El juicio se retomaría a las 14:45.

Miradas cruzadas

Al salir a la plaza de armas de Vallegrande, hubo momentos de tensión entre familiares de los acusados y las mujeres que apoyan a Renee. Los medios acudieron a entrevistar a los primeros, los que por vez primera desde que se celebraron las audiencias hablaron ante los periodistas. Sin embargo, callaron al ver acercarse a la periodista Mercedes Fernández, que respaldó a Renee y motivó a sus colegas a seguir el caso, y La Pública, que estuvo desde las primeras audiencias en Vallegrande.

Dispersada la pequeña trifulca, los Montenegro y los Flores se colocaron en una parte de la plaza para mirar cómo en la otra algunos canales hacían conexiones en directo para entrevistar a la víctima y asu abogado. Luego, cada cual se fue a almorzar, y los grupos antagónicos se encontraron y se lanzaron miradas por las calles de Vallegrande.

 

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Los jueces Fernández, Flores y Severiche, durante el testimonio de la víctima.

 

Cuando se retomó el juicio, Renee habló, por primera vez durante el proceso, para relatar su experiencia a través de la traducción instantánea de su intérprete, Miguel Aguilar, quien durante las nueve horas de juicio estuvo contándole en inglés lo dicho por unos y otros.

Renee

Pasaron 19 meses desde la agresión, pero Renee relató con detalles cómo la interceptaron, la echaron al suelo, la golpearon y abusaron de ella. “Al principio pensé que sólo me iban a robar. Les ofrecí mi bolsa, pero Montenegro no la tomó hasta una hora y media después”.  La mujer detuvo su historia para señalar a Montenegro: “Se está riendo en este momento”. Y, como él, algunos de sus familiares reían al escuchar las vejaciones que sufrió.

“No pude gritar porque sus enormes manos me tapaban la boca”, respondió a la cuestión lanzada por la abogada Flores. De Flores Cámara dijo que él lo hizo instigado por los otros. 

Después de escuchar el testimonio de la víctima, el Tribunal se retiró a deliberar. Retornó a las 16:45 para leer su sentencia: 25 años en Palmasola para Montenegro y Flores Alpire. Y cuatro para Flores Cámara en Fortaleza (centro para menores y adolescentes infractores), un cuarto de la sentencia porque era menor cuando cometió la violación.

Al escuchar el veredicto de los jueces, Renee se inclinó hacia delante y metió la cara entre sus manos. Luego, abrió los ojos y miró hacia arriba. Levantó un brazo hacia el cielo, como dando gracias.

La sala se mantuvo en silencio. Algunas de las mujeres de Santa Cruz se abrazaron, llorando y sonriendo. En el lado de los familiares se mantuvo, en general, la impasibilidad.

Una vez afuera, cuando las mujeres, victoriosas, posaban ante las cámaras, otra mujer, la funcionaria del peaje de la noche anterior, se puso delante y, mirando a los objetivos, gritó indignada: “¡Aquí se ha cometido una injusticia! Y lo digo yo, que también soy mujer”. Dos policías acudieron y la apartaron.

Una de las cámaras que estuvo durante el juicio documentó lo sucedido para un documental sobre el caso. Es una coproducción boliviano/australiana dirigida por Eduardo Merlos, cuya productora ejecutiva es Lorena Guzmán y la productora, Paulina Calvo. 

 

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 Renee rodeada de alguna de las mujeres que la acompañaron, tras darse a conocer la
sentencia que La Pública transmitió en directo por Hangout.

Ya hay un fallo a favor de una víctima de violación. Una entre los 1.300 casos de delitos sexuales que se comentieron contra  mujeres sólo en Santa Cruz durante 2014. En las redes sociales ha estallado la satisfacción y la esperanza. #ReneeSomosTodas es un hashtag que ha cobrado fuerza durante el juicio y que se usa todavía. No faltan, sin embargo, comentarios que cuestionan la veracidad de la denuncia de Renee; personas que opinan que los medios y la gente se han movido sólo porque ella es extranjera y que poco o nada se hace por otras víctimas; algunas voces señalan a esta mujer porque quiere, dicen, perjudicar la imagen de Samaipata. Otras piden el perdón para los tres jóvenes que tienen "la vida por delante" y que no hicieron sino ceder a sus instintos. Hay que decir que son pocos los que así se expresan y que de inmediato generan respuestas de indignación apabullantes.

Muchos de los que desprestigian a la maestra de inglés son mujeres, como la que gritó después del juicio en la plaza de Vallegrande o como la jueza técnica, Severiche, que pidió 15 años para Montenegro y la absolución de los otros dos acusados, ahora culpables. 

Hoy, viernes 12 de junio a las seis de la tarde, el Tribunal de Vallegrande hará la lectura completa de la sentencia, pues el 9 de junio dio a conocer el resumen. El abogado de Renee cree que la defensa de los tres samaipateños pedirá la apelación restringida de Montenegro y Flores Alpire, mientras que para Flores Cámara, en audiencia solicitada para el 16 de junio, se pedirá la libertad condicional

Dónde acudir en caso de violación

La Casa de la Mujer, Mujeres Creando y Agitadoras Sociales son tres instituciones que aportan desde el feminismo en Santa Cruz de la Sierra. Renee Gurley tocó la puerta de la Casa de la Mujer luego de acudir por todas las instancias indicadas por la Ley Nº 348 (Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia) y no lograr el apoyo requerido, indica Miriam Suárez.

Tanto la Casa de la Mujer como Mujeres Creando le ofrecieron apoyo socio legal a Renee. Sin embargo, ella indicó que tenía su propio abogado, de modos que los dos organismos le ayudaron con el acompañamiento a las audiencias.

El colectivo Agitadoras Sociales se encargó de denunciar en Facebook a Montenegro, uno de los violadores sentenciados a 25 años de cárcel, usando una fotografía de él, que lograron viralizar en la red social. Y es que una lógica de trasladar la culpa a la mujer y exponer su imagen, en vez de mostrar la del agresor y su delito, coincidieron las tres instancias. De ahí que el saldo pedagógico de la victoria de Renee sea muy valioso, pues es una victoria para todas. Sin embargo, no hay que pensar que esto se debe a que la ley 348 funcione bien, indicó Greta Vargas, de Mujeres Creando, a La Pública.

Las tres organizaciones feministas también coinciden en el papel importante que cumplieron los medios al funcionar como ojos del accionar de la justicia, haciendo, por ende, control social. Así mismo se preguntan qué pasa con las mujeres que no acuden a buscar ayuda, con las que luego de denunciar retiran la denuncia, o con las que no llevan los procesos hasta el final. Si para Renee, que sostuvo todo el proceso, incluyendo el costo social, psicológico y económico, le resultó difícil, queda preguntarse como será para las demás mujeres. Para muestra, un botón: "Hasta ahora hemos debido recibir unas 1.000 denuncias de mujeres por distintos tipos de violencia, y menos del 1% logran conseguir una sentencia", explicó Miriam Suárez.

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