Internet.org: un simulacro profiláctico

“Todo niño tiene derecho a disfrutar de un show al aire libre,
sin que los molesten los policías”
Calcetín con Rombos Man, 31 Minutos.

Las distorsiones del gasto público

El gasto gubernamental, que es común a todos los países, debería financiarse con los impuestos recaudados. La dinámica que implica esta realidad tiene varios rostros: desde el que lleva a gritar ¡Viva el gasto público!, hasta la corrupción, pasando por la depresión.

¿Hacia la trampa del estatismo?

El ejemplo de la crisis en Grecia (foto de cadenaser.com tomada en Mesenia, Peloponeso)
es una alerta que el analista Méndez pide considerar para Bolivia.

El país ha vivido un periodo muy bonancible, pero concluyó; el gobierno no quiere aceptar esta realidad y se ha propuesto impulsar la economía para que crezca en 5% este año, fundado en el gasto público, cuando los indicadores para 2014 ya son claras señales de que llegó el momento de parar esa dinámica. Si no lo hacemos, en unos años más, como en Europa, estaremos obligados a aplicar las impopulares políticas de austeridad.

La trampa del estatismo

Los gobiernos buscan administrar la demanda interna para impedir el auge o la recesión concentrándose en la pública. Si se reconoce que el país vivió un periodo de auge, impulsado por el gasto fiscal, no es aconsejable insistir en este proceder. Lo razonable es reconocer que la economía se debe frenar -como lo están haciendo los países de la región- y no continuar fomentando el auge, porque estamos cayendo en la “trampa del estatismo”.

lp15

 

La Paz - 71597592
Cochabamba - 71786333
Santa Cruz - 71528022

 

cc