Viernes, 12 Junio 2015 11:53

#ReneeSomosTodas

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Noticia. Noticia.

Foto: Noticia publicada por el diario cruceño El Deber en la que se cita la opinión del dirigente cívico de Samaipata. La nota fue compartida en las redes y muy criticada.

Las reacciones y análisis que el caso de Renee Gurley motivan son recogidas a través de entrevistas y de una revisión de lo que se ha publicado en los medios informativos y en las redes sociales digitales.

La Pública / Cochabamba, La Paz, Santa Cruz

Denunciar una violación es cuestión de dignidad, como mostró Renee

Daniela Elías, comunicadora social de Infante- Promoción Integral de la Mujer y la Infancia, y editora de la revista Mulier Sapiens

¿Cuál consideras que es la importancia del caso Gurley, considerando cómo se desarrolló el proceso y la sentencia que se dictó?

Voy a concentrarme en tres aspectos fundamentales que, desde mi perspectiva, vale la pena que sean reconocidos y replicados. El primero, y quizás el más evidente, es la insistencia, constancia y fuerza inquebrantable de Renée frente a un sistema judicial burocrático y de fácil corruptibilidad. Hace unos años una ONG dedicada a la lucha contra la violencia sexual lanzaba unos datos espantosos, afirmaba que de más de 900 denuncias sólo 5 llegaban a sentencias en un año. En el caso de Renee, ni la retardación de justicia, ni el tráfico de influencias, ni siquiera el constante desgate emocional y físico lograron disuadirla de continuar con este proceso. La mayoría de las mujeres se quedan en medio camino porque se desmoronan frente a un panorama nublado, hostil y tan agresivo que llega a corresponsabilizarlas de la violencia que sufrieron.

El segundo elemento tiene que ver con el impacto que ha causado en la población en general, no solamente con activistas y defensores de los Derechos Humanos, y sobre el rol de esta población frente a las injusticias.

El tercer aspecto, y desde mi criterio el más importante, es el de promover una suerte de deconstrucción de la clásica imagen de una víctima de violación. Éste es un ejercicio largo porque nuestros imaginarios están llenos de prejuicios y mitos. Renée, mostrando su rostro, contando su historia, y denunciando pública y masivamente no sólo la agresión sexual, sino también la agresión estatal a la que estaba siendo sometida, reivindica a la mujer que ha pasado por esta experiencia traumática. No es la mujer la que debe ocultar la cara ni sentir vergüenza, no es la mujer la que debe ser señalada, ni estigmatiza, ni muchos menos, discriminada y/o revictimizada. Todo lo contrario, Renee nos hizo entender que una mujer que denuncia una violación es una mujer que está llena de dignidad y, por tanto, no tiene nada de qué avergonzarse. Denunciar una violación es cuestión de dignidad, y así lo tenemos que entender no sólo las mujeres sino todo nuestro sistema jurídico y nuestro entorno social.

¿Cuán importantes fueron la participación ciudadana, las redes sociales y los medios de comunicación?

Retomo el segundo aspecto del que hablaba. Considero que la participación ciudadana a través de las redes sociales, los medios de comunicación, pero también las movilizaciones en diferentes partes del país fueron fundamentales. Primero, porque imagino que para Renée significaron alicientes importantes, algunos más simbólicos que otros, que probablemente la hicieron sentir más seguridad. Su causa se convirtió en la de muchas y muchos, eso es fundamental para no perder las esperanzas. Segundo, porque al hacerse de este caso algo público y masivo, que ha logrado la empatía de gran parte de la población, era muy difícil seguir dilatando el proceso. No sólo Renee estaba esperando la sentencia condenatoria, hubo mucha gente dándole seguimiento al caso y presionando para que llegue a una resolución justa.

¿Cómo tendríamos que actuar de aquí en más, como ciudadanos e instituciones, frente a casos similares?

En materia judicial nuestro país está relativamente avanzado respecto a los compromisos y pactos que asumió en encuentros y cumbres regionales e internacionales. Sin embargo, sabemos que una ley, es el caso de la 348, no va a producir las transformaciones sociales y culturales necesarias para que una sociedad vida en mejores condiciones. Pero ya que se la tiene, hay que explotarla. En ese sentido, hay que comprometernos con ser agentes fiscalizadores de la justicia boliviana. Tenemos que ejercer un control social que así como exige la aplicación correcta de la justicia, también sensibilice, cuestione e interpele simultáneamente a la población. Lo que tenemos que cambiar fundamentalmente es nuestra actitud y tolerancia hacia las diversas formas de violencia

Antes del caso de Renée, en Sucre hubo un seguimiento y presión similares en el caso de Sarah Hochstätter. El asesino, Andrés Abastoflor, proviene de una familia con evidente poder político y económico en Sucre. Pese a ello, la presencia de activistas y feministas, y el uso de redes sociales, coadyuvó a que se consiguieran los 30 años de sentencia para Abastoflor. Un ejemplo más de cómo el control social es una alternativa para la eliminación de las violencias, las injusticas, la explotación desmedida del ser humano, de los animales y la naturaleza.

Renee entendió que ella no podía bajar la cabeza como si fuese culpable

Darynka Sánchez, periodista del diario Opinión

“Yo sí me alegro de que Renee Gurleyhaya logrado justicia hoy. Dos de los tres hombres que la violaron en 2013 fueron condenados a 25 años de cárcel y el tercero a 4 años porque era menor de edad cuando cometió el delito. Fueron dos años de peregrinaje, lágrimas y decepciones, como en cada caso que existe en Bolivia. Pero al mismo tiempo fue distinto porque, a diferencia de miles de víctimas, Renee Gurley decidió dar la cara y difundir su nombre.

Entendió que ella no podía bajar la cabeza como si fuese culpable. Demostró que no podía sentirse avergonzada de un delito cometido por otros. Eran ellos quienes tenían que sentirse avergonzados, pero eran hijitos de papá protegidos por autoridades de Samaipata y se reían de Gurley. Ella no se amilanó. Los medios de comunicación no le dieron palestra al principio. Era una víctima más.

Gurley decidió luchar con la única herramienta que tenía a su alcance: las redes sociales. Contó, a diario, su dramática historia y cada paso que daba en su búsqueda de la justicia. Fue tan persistente que sus notas impactaron fuera del país y un ejército de internautas empezó a replicarlas logrando ubicar los hashtag de‪ #‎Gurleyy‪#‎ReneeSomosTodas entre los más compartidos de internet. Hasta el ministro de Gobierno se enteró de lo que pasaba en Samaipata a través de las redes sociales y las notas de la misma víctima.

Y entonces ocurrió el milagro. Los jueces que se negaban a procesar y sentenciar a los acusados estaban bajo la lupa del mundo. Los periodistas que no le dieron bola fueron obligados a cubrir su caso. Y los jueces tuvieron que hacer las cosas bien. Hoy los sentenciaron porque las pruebas eran contundentes y porque ella jamás se rindió.

Ojalá todas las víctimas pudieran ver a sus agresores castigados. Hoy Renee les habló a las víctimas bolivianas que abandonan sus casos por cansancio: "Tú puedes hacer lo que yo hice, no necesitas sufrir en silencio, pelea, lucha, pon a los peligrosos violadores en la cárcel".

Renee Gurley: vigilancia social y mediática contra la impunidad

Patricia Flores Palacios, cabeza del Círculo de Mujeres Periodistas y feminista Queer

“Se hizo justicia no sólo por mí sino por muchas mujeres que sufren este tipo de agresiones en Bolivia y las mujeres no tienen porqué callarse; agradezco a quienes me apoyaron y me acompañaron". Renee Gurley.

El caso de Renee se ha convertido en otro caso emblemático por el que medios de difusión del país y grupos de mujeres protagonizaron una movilización social para impedir que la impunidad atente contra la dignidad, la vida y los derechos de las mujeres, gracias a la interconexión autoconvocada a través de las redes sociales, particularmente Facebook y Twitter, a nivel nacional. Un mes antes se vivió algo similar en Sucre, donde una movilización similar evitó que el feminicidio de Sarah Hochstätter libere al asesino de cumplir condena por el horrendo crimen.

Sarah fue hallada muerta, el 2012, apuñalada, estrangulada y con 13 semanas de embarazo. Y si bien una de las coincidencias en ambos casos ha sido la movilización periodística y social contra la impunidad, el sistema judicial devela, una vez más, una arista indigna con abogados/as defensores, jueces y fiscales que en lugar de administrar justicia, como mandan las leyes, apelan a la perversidad de culpabilizar a las agredidas, revictimizándolas con la misma crueldad con las que se las vejó, humillándolas y vulnerando sus derechos fundamentales; acentuando el calvario en busca de justicia, con todo tipo de argucias y “chicanerías” para dilatar procesos que favorezcan a los presuntos violadores o criminales.

En ambos casos la revictimización evidencia que abogados/as, jueces y fiscales actúan anteponiendo sus cargas ideológicas machistas, patriarcales, con prejuicios, mitos y estereotipos que subordinan la dignidad y derechos de las mujeres, postergando su protección y defensa. Sin eximir los mecanismos de coacción a los que apela la defensa de los agresores. Sin embargo, el calvario por el que atraviesan las víctimas y sus familias en busca de justicia, en ambos casos, ha despertado muestras de solidaridad amplificadas por la interconectividad de las redes sociales y el seguimiento mediático, potenciando la lucha contra la violencia hacia las mujeres.

Vía crucis

Elizabeth Machicao, impulsora del grupo en Facebook Activas por la Vida

Ésta es una de las pocas veces que un caso de violación se hace público, probablemente porque la víctima es extranjera y acá no tiene nada que perder. A diferencia de lo que sucede en Bolivia, Renee Gurley tiene una mirada diferente sobre sus derechos, por lo que fue incansable en la búsqueda de justicia por la horrible violación a la que se vio sometida.

Renee es una mujer valiente, segura y decidida. Si su caso no se hacía público la tenía perdida, pues lo más probable es que la justicia boliviana hubiese absuelto a los acusados. La mirada de la justicia cambia cuando el crimen se hace publico, se mete a las redes, intervienen los medios de comunicación, algo que ella tuvo que hacer pues dio entrevistas, denunció en todo lado y la sociedad tomó un partido e hizo eco de sus gritos de ayuda. Creo que todo esto ha sido determinante en el resultado, además de la intervención del ministro de Gobierno Carlos Romero.

Esto nos demuestra que las redes tienen un poder muy grande y decisivo, las campañas, las caras, los nombres de los operadores de la ley, de jueces y abogados han cambiado esta decisión. Sin embargo, su caso nos muestra el vía crucis que significa denunciar, la chicanería, la compra de jueces, las idas y venidas, y las razones del porqué las mujeres no denuncian y del porqué no hay justicia.

#ReneeSomosTodas, una sola voz en las redes sociales en busca de justicia

La cuenta de La Pública (@LaPublicaBO), que promovió la inclusión del tema en la agenda mediática, reportó el periplo de Gurley en el último tiempo y hoy transmitió en directo la lectura de la sentencia desde Samaipata a través de YouTube, un hecho poco común y explotado en la labor periodística.

La Paz, 9 de junio (ANF).- La audiencia final por el caso de violación a la joven estadounidense Renee Gurley en noviembre de 2013 tuvo amplias repercusiones en las redes sociales la tarde de este martes tras conocerse la sentencia a los tres acusados en el tribunal de Vallegrande.

A una sola voz de indignación y pedido de justicia, los comentarios de apoyo y demanda de celeridad y transparencia en el proceso se fueron agrupando en los últimos días bajo el reflexivo hashtag #ReneeSomosTodas

La cuenta de La Pública (@LaPublicaBO), que promovió la inclusión del tema en la agenda mediática, reportó el periplo de Gurley en el último tiempo y hoy transmitió en directo la lectura de la sentencia desde Samaipata a través de YouTube, un hecho poco común y explorado en la labor periodística.

Imágenes de solidaridad, fotografías de la audiencia o de las protestas previas, breves videos con declaraciones y un sinfín de comentarios comenzaron a inundar la red social.

En Facebook las reacciones no se hicieron esperar. Desde grupos como “Feministas callejeras”, “Cruceñas TOP”, “Ley 348 - Against Abuse of Women in Bolivia” o “Movimiento para la justicia” se celebró la sentencia final que otorga una condena de 25 años de prisión a José Montenegro y a Luis Flores, además de cuatro años a Carlos Flores por ser menor de edad al momento del delito.

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Ana Paola Garcia Villagomez

Como feminista y abogada defensora de los derechos humanos de las mujeres, aplaudo, respeto, admiro el compromiso y FELICITO al Dr. ERICK VIRUEZ abogado particular de ‪#‎ReneeGurley, quien realizo un trabajo clave y extraordinario en todas las etapas del terrible proceso de violación agravada, hasta lograr una sentencia condenatoria para los tres autores de la comisión del delito con la máxima pena.

Gracias doctor por ser un militante en la lucha por la erradicación de la violencia de género en todas sus formas, desde hoy es nuestro aliado para asumir la defensa de las mujeres victimas de violencia.

Gabriela Ichazo Elcuaz

¿Qué otra prueba necesita la justicia para sentenciar a los violadores? ¿Que la víctima esté muerta? ‪#‎ReneeGurley fue violada (no se llama abuso sexual, violencia de género, acoso sexual: se llama "violación"), recogió sus despojos y denunció a los violadores. Es maestra, es estadounidense, enseñaba en Samaipata y tenía una vida que pocos seres humanos entregan en las aulas a los demás. El agradecimiento porque los niños de la comunidad aprendan en la escuela es que estos violadores la hubieran violado, golpeado, robado, abandonado después del crimen. Porque la violación es un crimen sin reparación completa posible. Porque es una mujer violada que, como cualquier otra, como cualquier ser humano, merecía respeto y violada, merece, por lo menos, justicia. El proceso de cambio promueve el vivir bien. No estamos viviendo bien. Nos están violando impunemente. Nos están matando en vida. #ReneeGurley es una más de las mujeres violadas sin sanción a los violadores. ¿Qué debemos hacer si hoy los dejan en libertad? ¿Huir con ella? ¿Temer que los violadores sueltos nos maten a todas las que nos sentimos violadas como Renee por la injusticia? ¿Temer que los violadores vuelvan a violar a maestras, madres, hermanas, hijas, mujeres y ciudadanas con derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad? ‪#‎NiUnaMas mujer violada. ‪#‎NiUnaMenos mujer con vida.

German Richter G

Querida Renee Gurley, no me agradezcas, soy yo el que tiene que agradecerte por iniciar una cruzada que va a ayudar a muchas mujeres de mi país, previo tengo que pedirte perdón por todo el sufrimiento que tuviste en nuestra tierra, tu grandeza supo diferenciar a los malos de los buenos, no culpaste a Bolivia o a los bolivianos, sino a los criminales individualmente. Gracias por decirme padre, yo solo pensé en el sufrimiento que tu padre debería estar sintiendo, que seria el mismo que tendría yo, si eso hubiera pasado conmigo. Las hijas son lo mas preciado que uno puede tener, y al saber de tu inmenso calvario, solo hice lo que yo quisiera que alguien hubiera hecho por mis hijas. Un beso en tu corazón, te quiero mucho *hija* mía.

Gerson Rivero Parada

No nos engañemos. En el caso de Renée Gurley no se hizo justicia, sino se hizo visible una injusticia. La sentencia, motivada por la presión mediática y política, no debe borrar la memoria de un sistema judicial corrupto, misógino e ineficiente. Hay que estar atentos a la apelación. Y aún si se confirma. ¿Quién garantiza que una chicana jurídica no los va a dejar libres en el lapso de los próximos 5 años?
Sin duda, la jurisprudencia que genera es importante y lo mínimo que uno espera es que esa mirada vigilante sea permanente, porque eso de que "Renée nos representa a todas" tiene que ser más que un eslogan.
Hoy tod@s muestran solidaridad con la estadounidense, pero durante dos años tocó en vano varias puertas, incluyendo la de medios que hoy celebran. No importa, finalmente fue la presión generada que posibilitó la sentencia y muy bien por ella y su admirable tezón.
Ahora piensen en todas aquellas víctimas que no tienen ni esa fuerza ni esas relaciones que finalmente ayudaron tanto.
El día de la penúltima audiencia, que fue suspendida, una abogada que defiende a mujeres víctimas de violencia, estaba haciendo vigilia en Palmasola para que no liberen a su propio agresor. Ese mismo día se liberaron a dos empresarios proxenetas. Hoy mismo, 10 de junio, un pastor trucho fue denunciado por agresiones sexuales a más de 30 chicas en su iglesia. Y en Colpa Bélgica se detuvo a un violador reincidente a punto de abusar de una niña. Ninguno de esos casos mereció la indignación cibernética ni ningún hashtag.
Evidentemente, no se trata de estar pendiente de cada caso. Se trata de luchar por un cambio de fondo, por un mundo mejor. Y creo que también pasa por sincerarse con un@ mism@. Por entender que las feministas no son unas locas reprimidas, sino que su lucha por cambiar un sistema patriarcal es para que no hayan más Renée sufriendo en el mundo. Por involucrarse como ocurrió en este caso con los casos de otras mujeres que sufrieron violencia, no solo sexual sino física, verbal y sicológica. Es decir, de tener más solidaridad y además rechazar cualquier tipo de violencia venga de donde venga, entre otras cosas.
Es cierto que hubo mucho de hipocresía en personas que se sumaron con un mero afán de protagonismo u oportunismo. Pero también hubo mucha gente que hizo suya la causa, sin ningún otro interés que la solidaridad y búsqueda de justicia. Sé que esas mismas personas estarán vigilantes para luchar por un mundo más justo. Porque como dije al principio, falta mucho para que se haga justicia. Cuando tengamos la capacidad de confiar en nuestro sistema judicial ese día habrá triunfado la justicia. Y para eso la lucha aún es larga, afortunadamente ya hay gente montada en ese tren. Tendremos que subirnos much@s más.

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